WARPAINT: “QUE LA BANDA FUERA SÓLO DE MUJERES SE DIO EN EL MOMENTO”
Por Hernán Carrasco C.
Tienen fama de que no les gusta dar entrevistas y que no son muy accesibles para los medios. La verdad es que esas aseveraciones están bastante lejos de la realidad. Detrás de esa banda que en el papel aparece como ruda, hay un grupo de cuatro grandes amigas que aman lo que hacen y que después de una década están disfrutando de su momento y el lugar donde están posicionadas. Warpaint es uno de los grupos más aclamados y respetados de la actualidad. Fueron portada de la revista inglesa NME –que no es muy afín a poner en su tapa a bandas del otro lado del océano Atlántico– y han pasado por los escenarios principales de los más importantes festivales del mundo. Sus shows en Europa por lo general se venden con semanas de anticipación y la expectación que hay cada vez que lanzan nueva música es gigante. Después de todo el trabajo que han hecho por más de una década, están donde se merecen.
Le pregunto a Theresa Wayman, guitarrista del grupo, si fue difícil el comienzo para Warpaint dado que eran sólo mujeres en una industria muy machista y dice que no, agregando que “tal vez a algunas personas les podría haber parecido poco usual (ser una banda sólo de mujeres), pero en general nos trataron bien desde el comienzo”. “Que la banda fuera sólo de mujeres se dio en el momento. Éramos buenas amigas desde antes y todas tocábamos música. Teníamos una sensibilidad similar a nivel artístico. Además nos respetábamos mucho en cuanto a la parte creativa que tenía cada una de nosotras”, complementa Emily Kokal, guitarrista y vocalista de la banda.
El grupo comenzó su carrera en Los Ángeles en 2004, aunque Theresa y Emily son amigas desde los 11 años de edad. Ambas eran de Oregón, estado que limita al norte con Washington. A ellas se unía Jenny Lee Lindberg en el bajo y su hermana, Shannyn Sossamon (lleva el apellido de soltera de su madre), quien a esa altura ya tenía una interesante carrera como actriz. Con esa formación estuvieron por cerca de cuatro años y lanzaron un excelente EP llamado “Exquisite Corpse”, mezclado por el ex–Red Hot Chili Peppers, John Frusciante. En 2009 llegó la australiana Stella Mozgawa como baterista y con ella se completó la formación definitiva de Warpaint. “Cuando llegó Stella las cosas se sintieron distintas. Fue como un nuevo comienzo. Como si estuviéramos empezando algo que ya era bueno y se acababa de poner mejor”, afirma Wayman. Desde ese entonces han sido una sólida unidad. Ese lazo se aprecia a la hora de componer, donde cada una de ellas tiene voz y voto en el proceso creativo. “No hemos cambiado tanto en ese aspecto, aunque si hemos probado de varias maneras. Por lo general escribimos juntas las canciones. Esto era así, especialmente en nuestros comienzos. Nos sentábamos en la sala de ensayo, improvisábamos y escribíamos canciones a partir de esas improvisaciones. Teníamos tiempo ilimitado para escribir porque no éramos una banda muy conocida. Ahora con giras que son por lo general muy extensas y con otras responsabilidades, cuando alguna de nosotras tiene un bosquejo de canción, la pasa al resto y entre todas contribuimos a que se transforme en una canción propiamente tal. Al final tratamos de hacer lo que sea necesario para que funcione y a veces el criterio para componer va cambiando dependiendo del momento”, explica Kokal cuando le pregunto acerca del proceso compositivo de Warpaint.
Después de un gran disco debut, el segundo álbum siempre es complicado para las bandas. Al finalizar la extensa gira de promoción de ese primer LP llamado “The Fool” (Rought Trade, 2010), el grupo necesitaba un descanso. Después de varias semanas de descanso, se juntaron en la localidad de Joshua Tree, California, para comenzar un nuevo ciclo. Fue una suerte de retiro para ellas y en medio de ese árido desierto, las canciones que serían parte de su homónimo segundo disco empezaron a tomar forma. Arrendaron una casa, la decoraron y la convirtieron en un estudio de grabación casero. La vibra del desierto se hace presente en varias de las espaciosas canciones que tiene ese último trabajo de Warpaint. “Intentamos no pensar demasiado cuando grabábamos ese álbum. Estábamos tan excitadas por hacer nueva música, después de haber estado de gira por cerca de tres años, que queríamos que se sintiera lo más natural posible. El proceso en total se dividió en tres partes (Joshua Tree, Los Ángeles y Londres) y algunas de esas etapas fueron más divertidas que otras. Creo que aprendimos qué es lo que funciona y lo que no funciona para nosotras en el proceso de hacer un nuevo álbum. Hay cosas en ambos discos que quisiera que fueran distintas, pero eso es parte de la curva de aprendizaje y nos da la posibilidad de tener más herramientas para trabajar en el futuro, ¿sabes?”, recuerda Kokal sobre la grabación de “Warpaint” (Rough Trade, 2014).
¿Hay alguna canción en ese disco que se sientan más orgullosas? Tal vez alguna que tomó una dirección distinta a la que ustedes esperaban.
Kokal: “Biggy” comenzó como un demo muy casero. Tenía un teclado y baterías programadas. Flood (productor) fue a vernos y empezamos a trabajar juntos antes de grabarla. La escribimos de una manera muy orgánica y rápida. Esos son grandes momentos cuando las canciones empiezan a materializarse de una manera diferente. Es como que tomas algo del aire y lo bajas a tus instrumentos.
¿Cómo fue trabajar con un productor tan influyente como Flood?
Wayman: Fue increíble. Es tan genial poder trabajar con alguien tan profesional y que a la vez sea tan centrado y humilde. Fue una gran experiencia para nosotras.
Con once años de carrera, el grupo ha logrado mantener una unión y camaradería que las hace prácticamente una familia. “Sin duda que hemos cambiado durante todo este tiempo. A nivel personal, en experiencia, en nuestras relaciones con cada una y sobre todo al tocar por tantos años juntas, hacen que tengamos un lazo muy fuerte. Como bien dices, somos una familia. Cada una de nosotras ha crecido tanto y eso hace que cada ciclo siempre se sienta como nuevo. Nos sentimos muy bien en esta etapa de nuestra carrera”, afirma Kokal, para luego agregar que “evolucionar como persona y como banda puede ser difícil por momentos. Todo lo que haces por un largo periodo de tu vida corre el riesgo de producir roces. De no estar en la misma página o no estar conectándonos, pero todo eso es parte de estar en una relación creo”.
Luego de pasar prácticamente todo el 2014 y gran parte del primer semestre de este año de gira, el grupo se dio el tiempo de visitar una vez más Sudamérica para tocar en Perú, Argentina y Chile. Esta es la segunda visita de Warpaint, después de aquel recordado concierto en 2011. Su show de hoy en la discoteque Blondie, contó con un lleno total y la banda aprovechó la ocasión para mostrar dos nuevas canciones (“No Way Out y “I’ll Start Believing”).
¿Cómo se sintieron con el show de hoy? ¿Qué tan importante son los conciertos para Warpaint?
Wayman: ¡Fue genial! La audiencia de Sudamérica es siempre la mejor. Nos gusta mucho venir a este lado del mundo.
Kokal: Warpaint realmente toma vida en el escenario cuando podemos conectarnos con la audiencia y tener una experiencia fresca cada vez. Es una bella comunicación y amamos compartir nuestra música de esa manera. Juntos.
¿Están pensando en grabar un nuevo disco?
Wayman: No aún. Queremos tomarnos las cosas con calma y lanzar una que otra canción durante este tiempo. No hay apuro esta vez.