5/10
Continuista. Así es “Kindred”, el tercer disco de estudio de Passion Pit. La banda electropop liderada por Michael Angelakos, regresó al estudio de grabación luego del aplaudido “Gossamer” de 2012 y apostó por reeditar los sonidos alegres, vibrantes e hiperactivos de sus predecesores. Algo que a las primeras oídas funciona, pero que con el paso del tiempo se vuelve monótono. Canciones como “Lifted Up (1985)” o “Until We Can’t (Let’s Go)”, claramente buscan emular éxitos como “The Reeling” y “Take a Walk”, pero difícilmente están a la altura.
En este disco Passion Pit no corrió riesgos y eso se nota. Tal vez sea porque en el último tiempo Angelakos se ha dedicado más a hablar de las enfermedades mentales -a raíz del desorden bipolar que lo aqueja y que lo ha llevado a intentar suicidarse dos veces- que de música.
Javier Muñoz.