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Revista Playlist

Música & Entretención

[ESPECIAL] LOS MEJORES DISCOS DEL 2018

El 2018 fue un año extraño en cuanto a discos publicados. Las grandes figuras de la música no lanzaron nuevos trabajos durante estos doce meses dejando el trono vacante para que nuevas voces tomaran ese sitial. Con un panorama musical cada vez más diverso, el equipo de Playlist se reunió para elegir los mejores discos de este año que nos deja.

Robyn – “Honey”

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En su primer disco en más de ocho años, la sueca sigue dictando cátedra de cómo hacer un conjunto de canciones pop que valgan la pena. Robyn sigue marcando tendencias en vez de seguirlas y con este nuevo disco deja en claro que la tristeza y la melancolía pueden tener un lado luminoso. Rítmico y brutalmente bien elaborado, Robyn baila sus problemas lejos.

Thom Yorke – “Suspiria”

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¿Hay algo que Thom Yorke no haga bien? En la que es su primera vez componiendo una banda sonora para películas, el líder de Radiohead nos pasea por una narrativa de suspenso, giros oscuros y sonidos minimalistas, logrando lo que pocas obras sonoras para films logran: mantener una independencia entre lo que ocurre en la pantalla y lo que sucede en tus oídos. Magistral.

Christine and The Queens – “Chris”

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La vara estaba alta luego de su homónimo álbum debut, pero la francesa Héloïse Letissier volvió a patear todas las fichas del tablero con este monumental álbum, que en sólo once canciones nos demuestra que ese excepcional primer LP no fue un accidente. Hacer un disco pop con un propósito, no es la norma, pero acá Letissier encontró la formula perfecta entre coros y ganchos memorables.

Travis Scott – “Astroworld”

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“For this life, I cannot change”, canta Travis Scott en el primer verso de la excepcional “Butterfly Effect” y no puede ser más preciso. El rapero norteamericano se transformó en la fuerza dominante del rap este año y lo hizo de la mano de su mejor álbum a la fecha. Expansivo, contagioso, ambicioso y arriesgado, Scott mira a sus competidores muy a lo lejos.

Rhye – “Blood”

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Milosh Rhye se superó a si mismo con su segundo disco como Rhye. El canadiense regresó cinco años después para publicar un delicado y hermoso trabajo que supera con creces ese sólido álbum debut editado en 2013. Si hay algo que tiene este “Blood” es su perfecta cohesión entre canciones y su alto sentido de la melodía en sus escapes minimalistas. Un conjunto de canciones hechas para el atardecer.

Janelle Monáe – “Dirty Computer”

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En su tercer disco, la norteamericana logró encontrar todos sus puntos fuertes y plasmarlos en un trabajo que no tiene fallas. Nutriéndose de diferentes temáticas sociales y también del auto-empoderamiento, Monáe nos entrega un álbum que se siente futurista y actual a la vez, y lo hace ocupando influencias y recursos retro que lo diferencian del resto.

Blood Orange – “Negro Swan”

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En su cuarto disco como Blood Orange, Dev Hynes sigue demostrando por qué es uno de los artistas más importantes de su generación. Instrumentalmente “Negro Swan” es una verdadera obra de arte de R&B y líricamente no se queda atrás, presentándose como la voz de aquellos que son discriminados diariamente en el Estados Unidos de hoy y que luchan por aceptación en una sociedad cada vez más hostil.

The 1975 – “A Brief Inquiry into Online Relationships”

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Hay mucho sucediendo en el tercer disco para la banda británica liderada por Matt Healy. En el que es su mejor trabajo a la fecha, Healy y compañía crean un urgente conjunto de canciones que no son ni de pop ni de rock, sino que se plantan cada una como un animal diferente. Son las sutiles melodías de “Love If We Made It” o la vibra ochentera futurista de “It’s Not Living (If It’s Not With You)”, The 1975 encontró en la diversidad, todas las respuestas.

Beach House – “7”

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A pesar de lo simplista del título, porque es en realidad el séptimo álbum para los de Baltimore, no hay nada simple en este brillante álbum del dúo. Es un registro de contrastes, de la melancolía pasa a escapes luminosos y luego vuelve a esa hermosa introspección que tanto nos gusta de ellos. No es su disco que empuje barreras, pero Beach House no necesita de eso para seguir encontrando belleza atmosférica por doquier.

 Idles – “Joy As An Act of Resistance”

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En su segundo álbum, los británicos nos entregan esa cuota de crudeza e inmediatez punk que tanto le hace falta a la música que domina los rankings actualmente. Es un trabajo rápido, confrontacional y rudo, pero por dentro de esa cara, se esconde una vibra de optimismo que lo hace altamente adictivo. No es un disco complejo, pero tal vez ahí está la gracia: a veces menos es más.

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