IRON & WINE: ETERNAS MELODÍAS SUREÑAS
Por Hernán Carrasco C/ Fernando Duarte M.
“Tuve un par de vecinos chilenos en Miami que me hablaban de Chile. Pero la verdad es que no conozco tanto acerca del país, por lo que este primer viaje a Chile me tiene muy emocionado”, dice Sam Beam, prolífico cantautor estadounidense de 41 años, desde su hogar en Carolina del Norte, Estados Unidos. Beam nunca ha venido a Sudamérica ni siquiera como turista, por lo tanto, este tour que pasará por Brasil, Argentina y Chile será toda una experiencia para él. El último show de su periplo sudamericano será precisamente el de Santiago, fijado para el domingo 6 de septiembre como parte del ciclo de Estudio Estéreo.
Beam nació en el estado de Carolina del Sur, pero ahora vive en el estado de al lado, Carolina del Norte. ¿Qué tan distintas son ambas Carolinas? Beam dice que no mucho. “No son tan diferentes la verdad. Tal vez Carolina del Sur tenga un poco más movimiento cultural. Creo que regresé a la costa este para estar más cerca de mi familia. Viví un tiempo en Florida y después en Texas, pero creo que no me gustaron tanto para vivir en alguno de esos lugares”, cuenta acerca de sus numerosos cambios de locación.
Creciste cerca de Tennessee, Mississippi, Luisiana y Alabama. ¿Cuánto influyó la música sureña en tu gusto por la música?
– Bueno, yo nací en los setenta, pero fue en los ochenta cuando empecé a escuchar y prestar más atención a la música. Por suerte en ese tiempo, y a diferencia de lo que ocurría antes, la música que uno podía escuchar no era tan regionalista. Había mas diversidad gracias a las radios nacionales. Era un gran fanático de Michael Jackson en esa época (risas).
¿Hacías el moon walking cuando joven?
– Jajaja, lo intenté alguna veces. Nunca lo conseguí.
¿Qué más escuchabas en esa época?
– Estaba fascinado con los discos de Motown de mis padres. Y también con la música country. No puedes escapar de eso en Estados Unidos. Aunque también gracias a las radios alternativas escuchaba a The Cure, The Smiths e incluso a Jane’s Addiction. Tuve influencias musicales muy diversas en mi juventud.
Antes de dedicarse a la música, Beam era un destacado estudiante escolar y la universidad fue lo primero que pensó después de graduarse del colegio. Le gustaba el arte y ese fue su campo de estudio en la universidad. “Estudié arte primero porque estaba muy interesado en la pintura. Luego cuando estaba terminando eso, me empezó a llamar la atención la fotografía y la cinematografía. Así que me inscribí en una escuela de cinematografía para obtener un master y así aprender más acerca de hacer películas”, recuerda.
¿En qué momento te decidiste a ser profesor universitario?
– Fue una de esas cosas que se da solamente. Nunca tuve la intención de ser profesor, pero sin duda que lo disfruté mucho. Creo que yo y mis alumnos aprendimos mucho en conjunto durante las clases.
¿Cómo es Sam Beam como profesor?
– ¡Muy estricto! (risas), no la verdad es que era más bien integrativo y dejaba que todos los alumnos pudieran opinar acerca de lo que estábamos haciendo en la sala de clases.
Las portadas de los discos de Iron & Wine son creaciones originales de Beam, que tiene como uno de sus pasatiempos favoritos la pintura. “Me encanta pintar. Cada vez que puedo lo hago. No he tenido mucho tiempo últimamente, pero es algo que encuentro muy relajante”, dice.
Con una educación artística tan completa, es difícil pensar que Beam no sea quisquilloso acerca de sus creaciones. Hay un buen número de artistas que son muy celosos acerca de su arte, pero Beam no es pretencioso, ni menos ingenuo, así que nunca ha tenido problemas con que su música salgan en películas, series o comerciales. “Nunca ha sido un problema para mí que mis canciones salgan en otras partes. Sé que no soy un compositor de jingles y si alguien quiere tomar alguna de mis canciones por un rato no tengo problemas con eso. Sé que es muy difícil ganarse la vida como músico y sería un poco tonto de mi parte ponerme ese tipo de barreras. Además me gusta ser parte de bandas sonoras, es divertido. A través de eso puedes aportar con lo que tú haces a una creación artística de alguien más y eso siempre es bueno creo yo”, reflexiona sobre sus canciones que han sido parte de series como “House M.D”, “The L Word”, “Misfits” y “Grey’s Anatomy” y de películas como “Garden State” y “The Lone Ranger”.
EL PERRO DEL PASTOR
Fue en 2007 cuando la música de Iron & Wine dio un salto cuantitativo. Ya había lanzado dos muy buenos discos antes, pero fue el tercero, “The Shepherd’s Dog”, el que le dio una alcance más transversal a su música y lo hizo debutar en televisión. Ese álbum se estrenó en el lugar número 24 en el ranking Billboard, vendiendo más de 32 mil copias en su primera semana.
¿Sientes que “The Shepherd’s Dog es tu disco más importante hasta ahora?
– Es difícil decirlo. Si lo miras desde un punto de vista comercial, creo que lo es. Pero para mí, siempre es más importante el disco que estoy a punto de escribir. Obviamente voy viendo como le está yendo al disco que lanzo y cómo lo recibe la gente, pero no le doy mucha importancia a eso. Por ejemplo, nunca he ido a Chile así que no sé si ese disco tuvo algún impacto allá.
Yo recuerdo haber escuchado algunas de esas canciones en la radio de acá.
– Bueno, eso es genial. Eso significa que tocaré varias de las canciones de ese álbum cuando me presente en Santiago.
Durante su carrera, Beam ha hecho muchos covers de diversos artistas –el más conocido es que el le hizo a The Postal Service con la canción “Such Great Highs– como The Flaming Lips, New Order y Sade. “Nunca tuve un ídolo absoluto, como hablamos recién, mis influencias fueron muy variadas y me gustan mucho distintos artistas. He tratado de ir incorporando un poco de cada uno de esos artistas que me gustan a mi música. Ya sea Jazz, folk, country o cantantes que narran historias, trato de mantener la mente abierta a todo tipo de música”, explica sobre sus gustos musicales.
Con el paso del tiempo la música de Iron & Wine ha ido cambiando de un sonido de baja fidelidad a canciones que incorporan distintos instrumentos y se pasean por los más diversos estilos musicales. “La verdad es que me hubiera gustado hacer los discos que estoy haciendo ahora, cuando empecé mi carrera. Si hubiese tenido los recursos tal vez hubiera podido hacerlos. Tenía una guitarra, un banjo y un 4-track solamente, esos eran mis límites en esa época. Ha sido muy interesante el proceso que ha pasado durante estos años, donde he tenido que aprender a tocar con otros músicos y eso me ha hecho crecer musicalmente y como artista creo yo. Nunca dejas de aprender”, reflexiona.
Uno de esos artistas con los que ha colaborado en este último tiempo es el vocalista de Band Of Horses, Ben Bridwell, con quién acaba de lanzar un álbum de covers llamado “Sing Into My Mouth”. “Con Ben nos conocemos de cuando éramos jóvenes y vivíamos en Carolina del Sur. Yo era muy amigo de su hermano también. Desde hace un tiempo que veníamos hablando de trabajar en algo juntos. Era sólo una cosa de agenda. Cuando se nos ocurrió grabar un disco de covers fue muy fácil de hacerlo porque así nació nuestra amistad. De intercambiar música constantemente”, cuenta sobre su amistad con Bridwell.
Debe haber sido difícil elegir qué covers hacer para este álbum.
– Hicimos una larga lista de canciones que nos gustaban y con eso fuimos hasta el estudio. Nos dimos una semana para grabar esos temas y elegimos los que mejor sonaban. Nuestro único límite era el tiempo que teníamos para hacerlo.
El título de ese álbum es de una línea de Talking Heads. ¿Cuán fanático eres del trabajo de David Byrne?
– Talking Heads es probablemente una de mis bandas favoritas de la vida. Qué difícil es tener una banda que es inteligente y a la vez tan funky. Ellos eran muy buenos en lo que hacían.
Por último, ¿vienes con tu banda o solo?
– Voy solo por esta vez. Será entretenido porque es un show más libre donde puedo modificar el setlist y tocar lo que la gente me pida en el momento. Será como un Iron & Wine a la carta y creo que lo disfrutarán.
Iron & Wine se presenta esta domingo 6 de septiembre en la Ex-Oz. Entradas por PuntoTicket.