Florence + The Machine – “How Big, How Blue, How Beautiful”

9/10

Si tuviéramos que definir lo que es este disco, yo diría que es un diario de vida hecho música. Honesto, caótico y crudo. En su tercer disco, Florence Welch deja que los sentimientos salgan a flote. Ya no es la mujer que “le gusta mantener sus problemas ahogados”, como cantaba en ese himno de 2011 llamado “Shake It Out”, ahora Welch exterioriza sus problemas buscando una manera de lidiar con ellos. El resultado es su álbum más sincero y probablemente el mejor que ha escrito a la fecha. Gran parte del mérito es también de Markus Dravs, el productor de este LP, que ha producido discos de Coldplay, Björk, Mumford & Sons y fue el responsable del “Reflektor” de Arcade Fire. El nacido en Alemania hizo que Welch se centrara. Le dio una rutina de trabajo y la cantante se apegó a ese esquema, escribiendo sus mejores canciones a nivel narrativo y también a nivel compositivo.

La grandiosidad que tenía su anterior álbum “Ceremonials” está presente, pero más mesurada y sin la oscuridad que merodeaba a esa placa. En este “How Big, How Blue, How Beautiful”, Florence + The Machine amplió de manera considerable su paleta sónica y eso se aprecia precisamente en la canción que la da el título al disco. Una canción que parte lenta, mínima y de repente se transforma en esta orquestada y cinemática pieza con una coda realmente hermosa. “Tal vez te veré en otra vida, si es que esta vida no fuese suficiente”, canta con resignación en esta canción que es el eje temático de este fantástico álbum.

Mientras que en canciones como la potente y cruda “What Kind Of Man”, con su riff de guitarra listo para estadios, demuestra que este disco no es de ambiciones pequeñas. No, Florence And The Machine están listos para tomar por asalto los grandes escenarios del mundo. Y con temas como “Ship To Wreck”, “Delilah”, “Third Eye” y la frágil “St. Jude”, tienen material de sobra para plantarse en cualquier escenario y frente a cualquier público. Con canciones tan buenas como estas, parece no haber otro camino posible. Soberbio.

Hernán Carrasco C.