[ENTREVISTA] Frightened Rabbit: Los colores del pánico
El conjunto escocés esquivó una bala de separación y esos momentos los reflejaron en el excepcional “Painting Of a Panic Attack”, su nuevo disco de estudio que cuenta con la producción de Aaron Dessner de The National. Acá Scott Hutchison, su líder, nos cuenta en exclusiva sobre la trayectoria de la banda, lo que vivieron antes de lanzar ese LP y mucho más.
Por Hernán Carrasco C.
“Escocia es un lugar fantástico para empezar una banda. Hay una floreciente comunidad de música y artes allá, especialmente en Glasgow, y todos los que pertenecen a esa esfera se apoyan mutuamente. Hay muchos recintos pequeños con buena infraestructura alrededor de la ciudad, entonces es un lugar perfecto para dominar tu arte tocando en vivo y viendo a otras bandas. Tengo recuerdos muy bonitos del tiempo cuando empezamos con Frightened Rabbit. Hicimos grandes amigos en ese periodo y fue increíble ver bandas como The Twilight Sad, We Were Promised Jetpacks y Errors ir creciendo y creciendo”, nos cuenta Scott Hutchison sobre su tierra natal, aquella donde comenzó con un proyecto que tenía todas las luces de ser algo más personal, pero con el paso del tiempo se transformó en algo muy colaborativo. Formado en 2003 por Hutchison como un proyecto propio y donde usaba el apodo de Frightened Rabbit –nombre que le dio su madre por su timidez infantil– creció cuando incorporó a su hermano Grant y luego al guitarrista, Billy Kennedy. A pesar de tener más gente en la banda, Hutchison seguía escribiendo las canciones enteramente por su cuenta, sólo en los últimos años ha podido entregar parte de ese control al resto de los integrantes. En sus comienzos, luego de tocar en vivo, el grupo entregaba un email para aquellos que quisieran recibir demos. No muchos escribieron, pero luego de un cambio de estrategia, que incluyó mandar pequeños pastelitos junto con el demo, la popularidad de la banda empezó a crecer. El gesto hizo que el nombre de Frightened Rabbit ya fuera algo usual de escuchar en el circuito de Glasgow. “Me siento increíblemente afortunado de que todavía estemos haciendo música juntos y tocando nuestras canciones para audiencias tan entusiastas. Hemos pasado los últimos diez años trabajando duro para construir esta banda en lo que es y por esa razón, nunca la daré por seguro. El hecho de que podamos ganarnos la vida haciendo lo que amamos es algo de lo que estamos muy orgullosos. Nunca pensé realmente que haríamos cinco álbumes de Frightened Rabbit… Es realmente un privilegio llamar a esto mi trabajo”, reflexiona con emoción Hutchison cuando recuerda parte de los comienzos de la banda.
Parte de esa emocionalidad viene por algunos sucesos que ocurrieron en el último tiempo, unos mientras se estaba creando el excepcional “Painting Of a Panic Attack”, el quinto disco de los escoceses y candidato a disco del año para esta redacción, y otros más recientes. “Resulta que soy un completo imbécil. Es importante que todos lo sepan. No soy una buena persona. No compren mis discos”. “Adiós Frightened Rabbit. De lo que se ha tratado esta banda es de mi aburriendo a la gente con mentiras y ser creativo a costa del sufrimiento de otras personas”, fueron algunos de los inesperados tweets que Hutchison escribió una madrugada de domingo, cuando su depresión y algunos problemas personales gatillaron la reacción visceral del músico. El día después se arrepentiría y achacaría esas revelaciones a “el resultado de mezclar alcohol con depresión y redes sociales” y confirmó que la banda no se estaba separando y que las cosas que había dicho esa fatídica madrugada no las sentía “de corazón”. Luego de ese acontecimiento, el escocés recibió tratamiento y tuvo que cancelar algunas apariciones en festivales europeos y también una entrevista que tenía con Revista Playlist y que nos privó de tenerlos en la portada de nuestra edición de agosto. La salud siempre está primero y eso fue lo que entendió finalmente Hutchison. Los otros problemas fueron de relaciones interpersonales entre los miembros de la banda y que casi terminaron con Frightened Rabbit. “Cuando terminamos el tour de ‘Pedestrian Verse’ había una gran interrogante sobre si íbamos a seguir o si íbamos a grabar otro disco”, recordó el tecladista Andy Monaghan en una entrevista reciente. “Era como una sensación no hablada que estaba en el ambiente. Creo que todos sentíamos internamente que lo mejor que podíamos hacer era separarnos por un tiempo”, explica Hutchison.
A esos conflictos internos se le sumó el cambio de hogar del vocalista que se trasladó de Escocia hasta Los Angeles para vivir con su novia. Sin duda, en ese momento, el futuro se veía incierto para los escoceses. Con comunicaciones algo cortadas entre ellos, los cimientos de “Painting Of a Panic Attack” fueron bastante endebles. Hutchison escribió algunas canciones en L.A, pero lo que estaba escribiendo no lo satisfacía por completo. Algo faltaba. El frío o la niebla del Reino Unido lo llamaba de vuelta. El ambiente soleado en California no era para él. “Siempre es un reto (hacer un álbum) y esa es la manera en que debería ser. Nunca sabemos que esperar cuando comenzamos el proceso de composición y ese viaje de encontrar nuevos sonidos e ideas es lo que nos mantiene vivos. Me costó al principio en Los Angeles, pero amo pasar horas en el estudio tratando de entender el puzle que me presenta una nueva canción. Si fuera algo fácil, no sería nada de divertido”, explica.
EL FACTOR DESSNER
Hutchison no volvió a Escocia, pero sí se mudó de Los Angeles a Hudson (New York) y allí se sintió como en casa. En medio de ese caos espiritual, se encontró con Aaron Dessner, guitarrista de The National, que sería el encargado de producir “Painting Of a Panic Attack”. El músico voló junto a Hutchison para conocer el resto de la banda y ver si podían congeniar. La química fue instantánea y el grupo voló de vuelta a Estados Unidos para grabar en diferentes locaciones que incluyeron, la propia casa-estudio de Dessner y los estudios Dreamland en Woodstock, Nueva York. “Había pasado unos días con Aaron trabajando en unos demos para el nuevo álbum. Al final de esos días era claro que estaba totalmente involucrado en el nuevo material, así que (contratarlo) como productor fue una decisión muy fácil para nosotros. Trabajar de manera cercana con uno de mis héroes musicales fue una experiencia increíble. Todos somos grandes fanáticos de The National y él trajo algo de ese sonido al álbum, aunque no mucho. Aaron tiene la mente musical más analítica con la que me he encontrado en mi vida. Siempre está pensando en cómo algo puede ser mejorado o cambiado y siempre parecía estar tres pasos delante de nosotros. Él es realmente un músico muy talentoso y terminó en casi todas las canciones del disco. Mucho tenía que ver con el elemento de confianza que teníamos con él. Sabíamos que no lo arruinaría, incluso cuando habían días difíciles en el estudio”, recuerda Hutchison.
¿Qué buscaban esta vez en términos de sonoridad?
– Creo que queríamos ampliar nuestra paleta sónica y dejar de apoyarnos tanto en las guitarras. Buscábamos también algunas maneras de cambiar la forma en que estábamos trabajando. Grant, nuestro baterista, se compró una maquina de batería. Billy (bajista) y yo empezamos a usar softwares musicales y Andy se sumergió aún más en su banco de extrañas nuevas texturas de sintetizadores. Queríamos retener algo del sonido característico de Frightened Rabbit, pero presentarlo en una nueva luz.
¿Cuáles crees tú que son las principales diferencias entre este nuevo álbum y “Pedestrian Verse”?
– Creo que con “Pedestrian Verse” llegamos a la conclusión de algo. Después de ese disco queríamos terminar con el calificativo de ser una “banda de guitarras” que nos forjamos desde el comienzo de Frightened Rabbit. Con el nuevo álbum nos acercamos más a un sonido más electrónico y escribí muchas más canciones en mi computador que con la guitarra. Creo que el proceso tuvo más que ver con salirse de nuestra zona de confort para que todo volviera a sentirse fresco y emocionante sin perder de vista quienes somos como banda. Creo que es un disco más contenido que los anteriores, aunque el tiempo de cada canción refleja un cierto grado de mayor confianza en nuestras armas. No busca la atención del oyente de la manera en que lo hacía “Pedestrian Verse”.
No se equivoca Hutchison porque el nuevo disco de los escoceses es sin duda, un paso adelante en su evolución sonora. Las bases programadas, los sintetizadores y los teclados le dan un nuevo aire a la música del grupo sin perder un ápice de lo que los hacen tan atrayentes como banda. No es un disco electrónico o de R&B precisamente, sino que un esfuerzo más balanceado de un grupo que evitó repetirse en el éxito y salió con algo totalmente nuevo y que siente como una redención luego de los problemáticos acontecimientos que narramos más arriba en el texto.
SANGRE BAJO EL PUENTE
El grupo ha vuelto a los escenarios luego del “impasse” de Htuchison y ya tienen algunos shows en Estados Unidos antes de volver a Europa para tocar en diferentes países, entre ellos, su natal Escocia donde en diciembre tienen tres shows consecutivos en el escenario principal de ese país: Barrowland. De esos tres conciertos, dos ya están totalmente vendidos. La popularidad del grupo en Escocia creció de manera considerable años después de mandar demos con pastelitos. “Lo volvería hacer. Fue un bonito gesto”, dice riendo Hutchison recordando esos primeros años de Frightened Rabbit.
La banda es conocida por sus intensos shows y con un nuevo álbum bajo el brazo y canciones más dinámicas, la experiencia de ver a los escoceses ha cambiado bastante con el paso del tiempo. “Intenso es bueno. Siempre es difícil el proceso de elegir qué canciones tocaremos cada noche. Hay un montón de nuestras canciones que realmente disfruto y que no son parte del setlist, pero últimamente siento que debemos tocar más para la audiencia que para nosotros mismos. Un concierto más ‘egoísta’ no es divertido para la gente. Nos gusta tocar un poco de todos los discos en un esfuerzo de que todos se vayan a casa con una sonrisa”, reflexiona Hutchison antes de terminar esta entrevista.
¿Cuándo será el turno de Chile y el resto de Sudamérica de ver a Frightened Rabbit en vivo?
– ¡Nos encantaría ir a Chile! Nunca hemos ido a Sudamérica, ni siquiera por vacaciones. Sería un gran honor para nosotros poder tocar en tu país y el resto del continente. ¡Espero que sea pronto! Gracias por ayudarnos a estar un paso más cerca de lograrlo.