9/10
A fines del año pasado, Bradford Cox, líder de Deerhunter, sufrió un accidente que pudo haber terminado con su vida. Esa traumática experiencia tiñó complemente el excelente nuevo disco de los de Atlanta. En su séptimo álbum, el grupo sigue explorando nuevos territorios sónicos sin perder en ningún momento la esencia de lo que es Deerhunter.
Hace rato que la etiqueta indie la dejaron atrás. Esta es una banda que no tiene ningún problema filosófico en acercarse al pop, a la psicodelia o a sonidos que son más propios del dream pop o el shoegaze. Cox y compañía tienen la habilidad para sacar lo mejor de cada género y hacerlo sonar como propio. Este es un álbum que no tiene relleno. En nueve canciones extendidas en treinta y seis minutos, Deerhunter sigue demostrando que está un paso más arriba que el resto de bandas de su generación. Acá las canciones son construidas con consistencia, pero aún tienen una ventana para explorar esos galácticos mundos que salen de la cabeza de su líder.
“Deberías tomar tus defectos / Canalizarlos y alimentarlos de vuelta / Hasta que se conviertan en tus fortalezas”, canta Cox en “All The Same”, la hipnótica canción que abre este disco y desde ese momento sabes que estás escuchando el disco correcto. Ni hablar de “Breaker”, que con sus celestiales líneas de guitarra y cósmica ornamentación, alimentan uno de los mejores y más poperos coros que Deerhunter ha creado en su carrera.
En “Snakeskin” las cosas se ponen lo suficientemente raras para no extrañar el viejo sonido del grupo. Funk, pop y el lado más bailable de Deerhunter sale a flote en una canción que te atrapa a la primera oída. Ese tema es el preludio para la pieza más lenta y nebulosa del álbum: “Ad Astra”. Reverberación, bajo distorsionado y Cox perdiéndose en líneas como “ellos miraron hacia el cielo / Recitando ritos antiguos / Los arboles empezaron a moverse”, tal machi en una ceremonia milenaria. No sabemos a que deidad le está recitando, pero sin duda que está funcionando, porque “Fading Frontier” es uno de los mejores discos que hemos escuchado este año. Fabuloso.
Hernán Carrasco C.