8/10
Tres años después del aclamado ‘Bloom’, y con los ojos de la crítica atentos a su lanzamiento, llega ‘Depression Cherry’, el quinto álbum de estudio de Beach House. El dúo francoamericano vuelve en esta ocasión con 44 minutos del sonido que los caracteriza. Nueve canciones que se mueven en una dimensión de ensueño; con melodías sencillas y la voz de Victoria Legrand en un plano casi secundario, mucho más lánguida que en trabajos anteriores. Los sintetizadores son como nubes que envuelven la atmósfera de manera casi permanente.
Sin tomar muchos riesgos, el dúo hace aquí lo que mejor sabe hacer. Un disco que podría ser tildado de monótono a la primera escucha, de temas largos y lentos. Como suele pasar con este tipo de bandas dentro del llamado dreampop, la propuesta de Beach House requiere de un estado de ánimo particular para ser disfrutado como merece. Es un disco para soñar despierto, para disfrutar en calma, e ir descubriendo de a poco.
El single ‘Sparks’ es quizás el tema más potente del disco, con una guitarra aguda y distorsionada en su riff inicial. Con muchas capas sonoras desde su inicio, ‘Sparks’ demuestra la dirección que está tomando el dúo, ligeramente más cercano al shoegaze. Destaca ‘Space Song’, con una propuesta algo más luminosa, con aires relajados y un riff seductor. ‘PPP’ propone un quiebre un poco más liviano y pop, a pesar de ser de los cortes más extensos de este LP. Con guitarras limpias y una melodía particularmente hermosa, este tema es quizás el más cálido y optimista en un disco nostálgico y, aunque no oscuro, sí altamente onírico.
Beach House ha probado su fórmula en discos anteriores, y aunque ha ido evolucionando hacia un sonido más complejo y etéreo, es fiel a su estilo y repite el recurso de guitarras slide que tanto lo caracteriza, así como también la discreción de las percusiones y el uso omnipresente de sintetizadores en clave nostálgica. Canciones sencillas, pero trabajadas bajo muchas capas para ir descubriendo. Un disco para fanáticos y ensoñadores.
Francisca Bastías.