El padre Tom Plant, regente de la St Michael’s Church en Camden, Londres, quiere convertir su iglesia en una sala de conciertos. Plant es fanático de bandas como Metallica y Nine Inch Nails y le escribió al concejo de la ciudad para postular a “su lugar sagrado” como un nuevo espacio para música en vivo.
La idea de Plant es hacer que la iglesia albergue shows para 300 personas, instalar un bar y un sistema de sonido acorde a los tiempos modernos. Sobre el vender alcohol, el padre afirmó que “no es un lugar para emborracharse, pero esta no es una iglesia que rehuya al alcohol. Creemos que Jesús transformó el agua en vino por una razón”.
“Las ventanas decorativas están muy altas para ser destruidas y no creo que haya algún moshpit”, explicó Plant al diario The Daily Telegraph.
Tal vez algo así podría sonar en la iglesia: