[ENTREVISTA] BLACK REBEL MOTORCYCLE CLUB: BANDA DE HERMANOS
Estos últimos cinco años han sido duros para la banda originaria de San Francisco. La muerte de Michael Been, padre del bajista del grupo y la operación de cerebro que tuvo que realizarse su baterista, fueron duros escollos a superar. Pero se mantuvieron juntos y salieron adelante con más fuerza que nunca. Conversamos en extenso con Peter Hayes, vocalista de la banda, que nos contó sobre el pasado, el presente y el brillante futuro que ve para BRMC.
Por Hernán Carrasco C.
Fue en 2010 cuando llegó el primer mazazo. En el backstage del festival belga, Pukkelpop, Michael Been, padre de Robert, bajista de la banda, moría de una ataque al corazón luego de la actuación de Black Rebel Motorcycle Club. La pena no era sólo personal para Robert, Been padre era un activo colaborador de la banda, tour manager, sonidista e incluso había producido uno de los álbumes del grupo: “Beat the Devil’s Tattoo”, editado ese mismo año. Pero el vínculo iba más allá, la familia Been le abrió las puertas de su casa a Peter Hayes (vocalista) cuando él estaba teniendo problemas en su hogar alrededor de 1998. Lo convencieron de vivir con ellos luego que Hayes pasara un año durmiendo en su auto al frente de la casa de los Been. Decir que Been había sido un padre para Hayes, no sería exagerado.
Mazazo número dos: 17 de octubre de 2014, Leah Shapiro, baterista de la banda, anuncia a través de un extenso posteo en el Facebook de BRMC, que debía someterse a una operación cerebral para tratarse de las malformaciones de Chiari, una condición estructural que afecta el cerebelo y que le impedía mantener el equilibrio y obviamente, tocar batería de manera normal. Las buenas noticias eran que luego de la operación, y si es que todo salía bien, podría recuperarse totalmente luego de una extensa rehabilitación. Aún así, el futuro del grupo estaba en el aire.
La muerte del padre de Robert, la cirugía cerebral de Leah. Han pasado cosas difíciles durante este último tiempo y aún se mantiene juntos. ¿Cómo lograron sobreponerse a esas situaciones?
– Creo que habían dos caminos a seguir: eso nos unía o nos hacía separarnos. Creo que tuvimos suerte y lo que pasamos nos unió aún más. Eran sólo dos caminos, dudo que haya habido una tercera opción. Todos nos desmoronamos de manera individual, pero logramos juntarnos para recomponer las piezas. Nos teníamos unos a los otros para apoyarnos. En eso tuvimos suerte, porque no todos tienen amigos o familia para apoyarse en los momentos difíciles. Ahí es cuando te das cuenta quienes son tus verdaderos amigos. Cuando las cosas están difíciles ellos aparecen.
¿Consideraron en algún momento seguir sin Leah?
– No, nunca pensamos eso. Ella lo pensó en un punto. Y nos dijo que entendería que si ella no podía seguir, nosotros teníamos que continuar. Pero nosotros ni siquiera consideramos esa opción. Le dijimos: “en el peor de los casos, tú haces las partes de batería en una drum machine y si no puedes tocar en vivo, nos conseguimos a alguien que haga esas partes. Eso en el peor de los casos”. Ella se reía de eso. Nunca nos preparamos para ese escenario, siempre esperamos lo mejor y que ella saliera bien de todo eso.
El que responde al otro lado del teléfono es Hayes, que en estos momentos se encuentra en Los Angeles, California, grabando el nuevo disco de Black Rebel Motorcycle Club. A diferencia de lo rápido que son sus dedos sobre la guitarra, a la hora de responder las preguntas, el vocalista se toma su tiempo. Procesa, busca y selecciona en su mente lo que va a decir. Habla lento y despacio, como si estuviera fumando una pipa mientras habla conmigo. A pesar de eso, la conversación es amena y fluida.
Están a dos años de cumplir dos décadas de carrera como banda. ¿Imaginaste en algún momento que Black Rebel Motorcycle Club duraría tanto?
– Nooo (risas) Es gracioso pensar en eso. Creo que hemos tenido suerte de seguir haciendo música después de tantos años. En lo único que hemos tenido algo de influencia en eso, es en mantener nuestras cabezas centradas en la música. Y también se reduce a que la gente quiere seguir escuchando de nosotros, ¿sabes? Eso te mantiene andando y te da una razón para seguir haciendo lo que haces. Los fanáticos que tenemos son geniales y nos siguen pidiendo que volvamos a sus ciudades. Nunca lo hemos dado por garantizado y eso también ayuda. Sabemos que en cualquier momento esto puede acabarse.
NUEVA MÚSICA, MISMOS OBJETIVOS
“Specter At The Feast”, editado en 2013, es hasta ahora, el último álbum del grupo californiano. Y fue una suerte de homenaje para el padre de Robert. Alcanzaron a girar por un año antes de la cirugía de Leah. Luego de eso, hubo un largo periodo de inactividad para BRMC. Volvieron a tocar algunos shows el año pasado, entre junio y julio, pero el foco estaba en otra cosa: grabar nueva música. “Claro que extrañé estar de gira. Es bueno poder tomar un pequeño break de la composición del nuevo álbum”, dice Hayes cuando le pregunto si es que extrañaba hacer shows después de tanto tiempo. El grupo tiene agendada una pequeña gira sudamericana para finales de este mes, que incluye una presentación en Chile, el próximo 23 de marzo en la discoteque santiaguina, Blondie. “No habíamos podido ir a Sudamérica con la gira de ‘Specter At The Feast’, así que es bueno que podamos tocar para ustedes ahora”, afirma el músico.
¿Cómo va el nuevo álbum?
– ¡Va muy bien! Están saliendo bien las cosas, aunque tal vez nos estemos tardando un poco más de lo que quisiéramos, pero va muy bien. Quizás estamos siendo muy duros con nosotros mismos tratando que todo salga perfecto. Aunque por otro lado, siempre nos demoramos harto en hacer cada álbum. Tenemos unas cinco canciones casi listas y otras siete u ocho listas en cuanto a arreglos. ¡Nos estamos acercando! (risas)
¿Cuánto tiempo llevan en el proceso de composición y grabación?
– Después de la cirugía de Leah, hicimos una pequeña gira el año pasado. Creo que llevamos cerca de 18 meses haciendo el nuevo disco. Nos debatíamos entre incluir algunas canciones que nos quedaron de “Specter At The Feast” o seguir con canciones completamente nuevas. Al final terminamos haciendo cosas desde cero.
¿Dónde están grabando el nuevo álbum?
– En Los Angeles. Hicimos una parte en un estudio que arrendamos y el resto en nuestras casas. Arreglando y grabando en nuestros subterráneos.
¿Con quién están trabajando de productor?
– En estos momentos estamos trabajando con Nick Launay, que ha trabajado con Nick Cave, Gang Of Four, INXS y un montón de otras bandas [N de la R: también fue el responsable de la mezcla del disco ganador del Grammy, “The Suburbs”, de Arcade Fire]. Con él hicimos la primera tanda de canciones, vamos a ver cómo siguen las cosas, aunque él es genial. Nos ha ayudado bastante en este nuevo álbum.
¿Qué vibra tienen las nuevas canciones?
– Yo diría que hasta el momento es un disco de rock psicodélico. Le estamos tratando de dar un groove algo tenebroso y sexy a la vez (risas). Como es usual en nosotros, nos estamos concentrando en la parte del roll del rock & roll. Queremos que mientras más escuches las canciones, más cosas vayas descubriendo en ellas.
¿Cuándo crees que saldrá este nuevo disco?
– Espero que podamos lanzarlo este año. Aunque como van las cosas, tal vez podría ser a comienzos del próximo. Tengo la esperanza que salga este año. Tenemos que trabajar más duro y más rápido esta vez si (risas).