The Cure – “Songs of a Lost World”
9/10
Pasó una eternidad entre el último álbum de la icónica banda inglesa, The Cure, y este nuevo registro llamado “Songs of a Lost World”. 16 años fue el paréntesis que se tomó Robert Smith y compañía para lanzar un nuevo registro, el decimocuarto de sus carreras y sucesor de “4:13 Dream”, editado en 2008.
La espera valió absolutamente la pena porque en este regreso, los británicos facturaron su mejor trabajo en décadas, quizás el mejor desde “Bloodflowers” lanzado en el 2000.
Este es un compilado de canciones que emocionalmente sigue habitando los lugares clásicos por los cuales deambula Smith: tristeza, arrepentimiento, amor, vulnerabilidad, pérdida y retrospección, todo eso ornamentado con bellos arreglos, incluso a nivel orquestal, como en la cinemática “And Nothing is Forever”.
A esta altura de la carrera de los ingleses, no necesitan reinventar la rueda ni mucho menos probar algo, por lo que este nuevo registro no navega en aguas nuevas musicales, sino que mantiene el rumbo por puertos conocidos. A lo más, hace algunas pequeñas paradas donde existen espacios para innovación, como por ejemplo, en la más vanguardista, “Drone: Nodrone”.
Mientras que en la emotiva, “Endsong”, tema que cierra el disco y que se extiende por más de diez minutos, encontramos un perfecto testamento a la consistencia artística de Smith y cía, una intricada canción que va construyéndose a fuego lento sobre una base lírica reflexiva sobre el inexorable paso del tiempo.
Si este fue el último disco de The Cure, se estarían retirando dando una vuelta olímpica. Como las leyendas suelen hacerlo.
Hernán Carrasco C.