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Música & Entretención

[ESPECIAL] Los 25 mejores discos de este 2020

Fue probablemente el año más complicado que muchos hemos tenido en la vida. Un año extraño, solitario, en reclusión y con mucha incertidumbre sobre lo que estaba pasando y lo que iba a pasar. Un año en medio de una pandemia. Nos golpeó a todos de maneras diferentes, pero estamos vivos, que es lo que importa.

Y en este tiempo tan difícil, que duda cabe que fue la música la que nos salvó a gran parte de nosotros. La importancia del arte en una época como esta, quedó más que demostrada. La vida sin arte, no es vida.

A pesar de estar en una pandemia, nuestros artistas favoritos decidieron lanzar de igual manera sus discos, con coraje y también como una ayuda para todos aquellos que estaban pasando momentos difíciles. Una válvula de escape.

En esta selección que hicimos con los álbumes más destacados de este año, encontramos casi todos los géneros musicales, con artistas muy reconocidos y otros no tanto, pero que llevaron a la música a los más altos niveles. Estos son los veinticinco álbumes que más nos gustaron en este fatídico 2020.

25. The Strokes – “The New Abnormal”

El disco que debería haber seguido a “First Impressions of Earth”. Luego de siete años desde su último LP, los neoyorquinos vuelven con su mejor álbum en por lo menos una década. Melodías frescas, ideas nuevas y la comprobación de que cuando los cinco trabajan en conjunto, pocas bandas pueden llegar a su altura.

24. Hayley Williams – “Petals for Armor”

En el que es su debut como solista, la líder de Paramore entrega un disco que si bien se pasea por un amplío rango de estilos, tiene un hilo conductor en su relato sobre como salir adelante a pesar de tiempos oscuros. Es una suerte de redescubrimiento para Williams en cuanto a todos los caminos que puede tomar para expresar su arte.

23. IDLES – “Ultra Mono”

Si “Joy As An Act of Resistance” fue una obra de consolidación para IDLES, “Ultra Mono” es su continuación natural. Tiene todos los elementos sónicos que nos hicieron enamorarnos de ellos y un sentido de urgencia que no han perdido a pesar de su éxito. Políticamente cargado, musicalmente brillante una vez más.

22. AC/DC – “Power Up”

Decir que es su mejor trabajo desde “The Razors Edge”, editado en 1990, no es una exageración. Así de bueno es el decimoséptimo álbum de los australianos. Nadie les va a pedir a esta altura de sus carreras, reinventar la rueda, sino al contrario, lo que uno espera en un nuevo disco de AC/DC es encontrar precisamente esos riffs de guitarra, la batería y la voz de Brian Johnson, sonidos que por décadas ya son parte de nosotros. Como volver a casa.

21. Tame Impala – “The Slow Rush” 

Hay que reconocer que la vara estaba muy alta desde “Currents”, el anterior LP de los australianos. Tal vez por eso la recepción de este disco no fue la esperada. Pero a no equivocarse, “The Slow Rush” es un sólido trabajo y que destaca con luces propias en canciones como “Borderline”, “Lost In Yesterday” o “Breathe Deeper”. Es a veces más indulgente que su predecesor, pero los toques de brillantez psicodélica de Kevin Parker siguen intactos. Psicodelia del siglo 21.

20. Gorillaz – “Song Machine, Season One: Strange Timez”

¿Su mejor disco desde “Plastic Beach”? Sí, por mucho. A diferencia de lo que fue “Humanz”, donde las colaboraciones de distintos artistas eclipsaron la obra en sí, en este álbum Damon Albarn mantuvo a todos los participantes bajo su alero y el resultado es un trabajo que se siente cohesionado, lleno de melodías atrapantes y con canciones que están entre lo mejor que ha hecho el grupo en una década. Bravo.

19. Angel Olsen – “Whole New Mess”

Re-imaginar las canciones de tu último disco y lanzarlas como un disco aparte, requiere mucha osadía y confianza. Olsen tuvo ambas cuando tomó las pistas de “All Mirrors” y las transformó en estas delicadas piezas, íntimas y crudas, reunidas en este álbum llamado “Whole New Mess”. Con más espacio para respirar, estas canciones tomaron otra vida, una con conexión directa entre el sentimiento y la catarsis del dolor que pasa. Brillante.

18. Fontaines D.C – “A Hero’s Death”

El “síndrome del segundo disco” ha visto caer a grandes bandas, como por ejemplo, MGMT. Pero parece que los oriundos de Dublín nacieron como una banda madura y en este segundo LP demostraron que esa etiqueta del post-punk que les adosaron con su brillante álbum debut, era sólo eso, una etiqueta. En vez de buscar satisfacer expectativas ajenas, se dejaron llevar por sus propios intereses y crearon un disco para atesorar por mucho tiempo.

17. Fleet Foxes – “Shore”

Llamarlo un retorno a la forma sería una exageración, porque la calidad que ha mantenido Robin Pecknold en los discos de Fleet Foxes no tiene discusión. Lo que sí podemos decir es que este nuevo álbum tiene ese brillo que nos deslumbró en su disco debut. Esas armonías y melodías que te transportaban a un invierno en medio del bosque están acá, pero esta vez se corrieron las cortinas y entró toda la luz que había en el mundo.

16. Kelly Lee Owens – “Inner Song”

El segundo álbum de la galesa es una colección de canciones que nació a la medianoche. Con una producción increíble y elegante ornamentación, Owens se pasea por los límites de la electrónica, techno y el dreampop, para un álbum nocturno lleno de exquisitos detalles por descubrir.

15. Sufjan Stevens – “The Ascension”

La vara estaba alta después de “Carrie & Lowell” y las expectativas también, luego de la popularidad que alcanzó Stevens gracias a la película “Call Me By Your Name”. Nada de esa anticipación y expectativa alteró el plan del músico que entregó uno de sus más ambiciosos discos a la fecha. Con patrones sónicos similares a los de “The Age of Adz”, pero menos distópicos y con un alto sentido de la melodía, Stevens sigue demostrando por qué es uno de los cantautores más importantes de nuestra época.

14. HAIM – “Women in Music Pt III”

La tercera es la vencida. Luego de un brillante disco debut y de un tibio segundo trabajo, las hermanas Haim por fin alcanzaron todo el potencial que sabíamos que tenían. Un álbum que respira aire marino y tiene en su ADN la música de los años 70. En vez de apurarse hacia donde quieren llegar, esta vez el trío dejó que la música se construyera con calma, logrando un puñado de canciones elegantes y llenas de vitalidad californiana.

13. Soccer Mommy – “Color Theory”

Ya nos había ganado con su anterior álbum “Clean”, pero acá Sophie Allison amplía más su paleta sonora dejándonos ver un nuevo lado de su faceta musical. Tal vez es más oscuro que su anterior LP, pero eso no lo hace menos atractivo, sino más misterioso y atrayente. El excepcional trabajo de guitarra de Allison sigue presente, al igual que esos hermosos arreglos, que hacen de este disco un verdadero triunfo.

12 Róisín Murphy – “Róisín Machine”

Probablemente su disco más accesible a la fecha y el mejor desde “Overpowered”, editado en 2007. A estas alturas, Murphy es un ícono de la música electrónica con tintes pop y acá con sólo diez canciones lo deja muy claro. No hay ningún tema en este LP que no te invite a bailar. Hipnótico, atrapante y con monstruosos beats, Murphy deja en claro quién es la reina de la pista de baile.

11. Taylor Swift – “folklore”

La sorpresa fue bastante grande cuando Taylor Swift anunció que lanzaría este disco. Esa sorpresa se incrementó cuando apareció el nombre de Aaron Dessner de The National como uno de los productores. Un álbum “indie” de Swift jamás hubiese cruzado por la mente de alguien, pero acá la artista nos demuestra la increíble versatilidad que posee. Dejó de lado sus ambiciones pop y las cambió por un introspectivo y hermoso disco narrado desde diferentes perspectivas y con una instrumentalización que roza la perfección.

10. Waxahatchee – “Saint Cloud”

Es difícil encasillar el género de este quinto LP de Katie Crutchfield bajo su apodo como Waxahatchee. Suena como un álbum indie, otras veces como un disco folk y por momentos incluso como un registro country, pero independiente del estilo musical, lo que importa son las canciones y en ese ítem, Crutchfield es una de las mejores de su generación. Un trabajo que exuda confianza, repleto de hermosas melodías y conmovedoras narrativas capaces de derretir hasta al más estoico. Un disco con olor a campo en una gloriosa tarde de verano.

9. Dua Lipa – “Future Nostalgia”

Vamos a decir sin temor a equivocarnos que este disco es mejor que su álbum debut. Porque claramente lo es. Desde su producción hasta su instrumentalización, la británica demuestra en cada una de estas canciones por qué es una de las estrellas del pop mundial. Con un poder de síntesis envidiable, en menos de 40 minutos nos entrega un disco de pop perfecto, uno de los mejores de los últimos años y la ratificación innegable que la carrera de Dua Lipa no tiene techo.

8. Taylor Swift – “evermore”

Como si no fuera suficiente con un álbum sorpresa, Swift publicó dos durante este torturador 2020. Aliándose nuevamente con los mismos productores de su sorpresivo anterior álbum, Aaron Dessner y Jack Antonoff, la norteamericana expandió aún más la paleta que nos mostró en “folklore” y de la mano del sentido de la melodía que Dessner le imprime a The National, crearon un disco que es superior a ese, tanto en musicalización como en narración. Swift una vez más se dejó llevar por su instinto y creó una colección de canciones dignas de una artista con el doble de años de carrera que ella. El 2020 sin duda es de Taylor Swift.

7. Perfume Genius – “Set My Heart on Fire Immediately”

Con el título ya nos había conquistado, pero una vez que le das play a este disco, son las canciones las que se ganan tu corazón y lo encienden inmediatamente. En el que es su disco más accesible a la fecha, Mike Hadreas nos lleva por un verdadero viaje sónico, lleno de colores e intrincadas melodías, desenfrenadas a veces, dramáticas en otros momentos, pero atrapantes como nunca antes. Cada canción parece ser una pieza de un puzzle más grande, uno que con cada oída se va materializando en tu mente y te lleva por territorios inexplorados de tu corteza musical.

6. Deftones – “OHMS”

Este es un glorioso retorno a la forma para la banda de Sacramento. Ahí donde “Gore” abundó en experimentación, “OHMS” lo remedió con canciones que le devolvieron esa agresividad que Deftones parecía haber perdido. Casi como un hermano menor de su homónimo álbum de 2003, este nuevo LP es la amalgama perfecta entre agresividad y delicadeza, marca de fábrica y ADN de los liderados por Chino Moreno. Con una producción impecable del viejo Terry Date y con un Stef Carpenter en su mejor momento, Deftones vuelve a demostrar con este álbum por qué es una de las bandas de rock más importante de su generación y del mundo.

5. Phoebe Bridgers – “Punisher”

El “síndrome del segundo disco” no le pasó ni cerca a Phoebe Bridgers. La norteamericana lanzó en plena pandemia el álbum que necesitábamos escuchar. Tal vez lo hizo de manera inconsciente, pero “Punisher” es una obra que expone los dos lados que cada uno de nosotros tiene: luz y sombra. Esos sentimientos de angustia y oscuridad que habitan en el interior son envueltos en una capa de optimismo y bella instrumentalización, coronados por la hipnótica voz de Bridgers. Sombrío y brillante a la vez. Si el fin está cerca, vayámonos escuchando este álbum.

4. The Weeknd – “After Hours”

Las no nominaciones a los Grammy fueron un robo a mano armada, pero eso no debe desviarnos del hecho que el cuarto álbum del canadiense es uno de los mejores de este año. La progresión que ha tenido Abel Tesfaye no para de sorprendernos. Desde su debut en clave R&B/Lo-fi en “House of Balloons”, hasta llegar a este punto donde es capaz de mezclar pop de los 80, meter en el mix al saxo de Kenny G y salir con una obra maestra. Para qué hablar de “Blinding Lights” que es por lejos, la canción del año. Larga vida, Abel. El Michael Jackson de esta era.

3. The Avalanches – “We Will Always Love You”

Parece increíble que, a pesar de formarse a fines de los 90, este sea sólo el tercer disco en la carrera de The Avalanches. Luego de ese majestuoso álbum llamado “Since I Left You”, el dúo australiano se tomó un largo receso para volver recién en 2016 con un nuevo trabajo. Por suerte, no tuvieron que pasar 16 años para escuchar el que es uno de sus mejores trabajos a la fecha. En vez de ocupar samples en cada canción, el grupo construyó la mayoría de los temas, se apoyaron de artistas invitados como Blood Orange, MGMT y Karen O, le dieron vida a un álbum para atesorar por décadas.

2. Fiona Apple – “Fetch the Bolt Cutters”

Si hubiese que seleccionar algo malo de este disco, lo único que podríamos encontrar es su portada. El resto, es pura genialidad. En su primer álbum en ocho años, Fiona Apple vuelve a demostrarnos por qué esos largos silencios musicales, son los que ella necesita para crear discos que a la larga siempre se transforman en clásicos. A diferencia de lo que fue el enigmático y misterioso “The Idler Wheel…”, en este trabajo la norteamericana corrió las cortinas y nos entregó un disco exquisitamente construido con insólitos objetos usados para la percusión, relatos de la vida diaria y estructuras sonoras que podrían considerarse como pop… Aunque con Apple, nunca será blanco o negro, ella transita por los grises, buscando siempre ese elemento extra que la hace ser por lejos, una de las mejores artistas de nuestra generación.

1. Bob Dylan – “Rough and Rowdy Ways”

¿Qué más se le puede pedir a Bob Dylan a esta altura de su carrera? La verdad es que nada, sólo escucharlo. Porque aún con casi ochenta años de edad y casi cuarenta discos oficiales a cuestas, aún tiene cosas que transmitirle al resto de los mortales. En este, su primer álbum en ocho años, el compositor sigue mapeando las vicisitudes del hombre moderno, pero adornándolas en forma de relatos de un nivel poético que nadie puede igualar. Dylan sigue empujando hacia adelante, buscando nuevas arquitecturas sonoras y nuevas historias que narrar. Como un trovador inagotable de la época medieval que va de pueblo en pueblo mostrando su arte, Dylan sigue recorriendo esta tierra regalándonos sus canciones con cada parada siendo más interesante que la anterior. Si hay algo que debería ser eterno, ese debería ser Bob Dylan. El mejor del año. Como tantas veces antes.

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