HAMILTON LEITHAUSER: “THE WALKMEN NO HA TERMINADO”
Por Hernán Carrasco C.
“Recuerda, recuerda, todo por lo que luchamos”, dice una de las emotivas líneas que tiene “Heaven”, la canción que le dio el título al, hasta ahora, último disco de The Walkmen. Esas palabras, mirándolas en retrospectiva ahora, eran una suerte de señal de alerta. Un último llamado para tratar de enmendar las cosas y recomponer relaciones. Un petición de acción para tratar de salvar aquello que tanto les había costado construir y por lo que tanto lucharon durante catorce años. No es que los miembros de esa querida agrupación neoyorquina formada en el 2000, se llevaran mal o tuvieran problemas entre ellos, sino que el paso del tiempo hizo mella en aquello que los había juntado en primer lugar: la música. La música ya no era lo primordial para Hamilton Leithauser, Paul Maroon, Walter Martin, Peter Bauer y Matt Barrick. Vivían en distintas ciudades y habían comenzado a formar sus propias familias como lo reflejan fotos promocionales de ese último LP donde aparecen con esposas e hijos. Habían otras prioridades y otras inquietudes en las mentes de cada uno de ellos. Después de catorce años dedicándose exclusivamente a The Walkmen, simplemente querían hacer otras cosas. Algo que visto desde afuera aparece como bastante lógico, pero mirado desde el ojo de la industria musical aparece como descabellado. The Walkmen decidió alejarse cuando estaban pasando el mejor momento de su carrera. Así de simple. Leithauser y compañía se retiraron después haber lanzado tres discos que aparecieron en prácticamente casi todos los listados con lo mejor de cada uno de esos años. “You & Me” (2008), “Lisbon” (2010) y el ya mencionado “Heaven” (2012) fue una trilogía de álbumes que los hizo ganarse un lugar de privilegio en la industria y que los llevó a recorrer casi todo el mundo –Chile incluido– además de alinear en la mayoría de los grandes festivales del orbe. “Retírate cuando estás en el tope y no en el suelo”, es un dicho que se podría aplicar perfectamente para The Walkmen.
¿Pero es verdad que The Walkmen se separó? El grupo nunca hizo un anuncio oficial ni nada por el estilo. Fue en una entrevista donde Bauer, bajista de la banda, dijo que el grupo “no iba a grabar un nuevo disco” y con eso fue suficiente para que en todos lados se anunciara el fin de The Walkmen. Pero esa no es la historia completa, sólo una parte de ella.
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El verano se hace sentir en Nueva York el día que Leithauser toma mi llamada en su casa en Brooklyn. Acaba de regresar de ir a dejar a Georgina, su hija de cuatro años, a la escuela. Por el tono de su voz, parece asentarle muy bien la vida común y corriente que tiene después de The Walkmen.
El 2014 fue un gran año para ti. ¿Cómo se sintió empezar un carrera como solista?
– Bueno, pasó mucho tiempo antes de tomar esa decisión. No fue algo que yo decidiera después de la última gira de The Walkmen, sino que lo venía pensando hace bastante tiempo. Cuando finalmente empecé a hacer música por mi cuenta se sintió muy especial y emocionante. Tienes una nueva banda, no tienes una identidad propia aún, aunque tienes el nombre de The Walkmen atrás tuyo, tratas de encontrar tu propio sonido y empiezas a trabajar con nuevas personas. Realmente lo disfruté. Componer y grabar “Black Hours” fue mucho más divertido que hacer cualquiera de los últimos discos de The Walkmen.
Los últimos discos que grabó con su por ahora, ex-banda, fueron muy buenos, pero muy complicados de hacer y con mucho desgaste debido al hecho de tener que coordinar a cinco personas para grabar en distintas locaciones de Estados Unidos y con poco tiempo para hacerlo. No fueron experiencias agradables para nadie en el grupo, pero pudieron editarlos de todas maneras y obtuvieron la aprobación de los medios especializados. Por eso “Black Hours”, su debut en solitario que fue grabado en Los Ángeles y lanzado en junio del año pasado, lo sintió como tan buena experiencia. Por primera vez en mucho tiempo podía trabajar bajo su propio cronograma y de la manera que a él más le acomoda.
¿Esas canciones que grabaste para “Black Hours” las tenías guardadas desde hace un tiempo o fueron creaciones del momento?
– La mayoría de ellas fueron creadas en el momento. Habían algunas ideas que tenía dando vueltas al final de The Walkmen y que las hubiera convertido en canciones para el grupo si es que hubiéramos seguido haciendo discos. Tenía cosas que había escrito que las traje conmigo, pero la mayoría de estas canciones fueron hechas para “Black Hours”.
Esa primera experiencia como solista no fue tan solitaria como uno podría creer. Leithauser entró a grabar “Black Hours” con varios amigos –incluidos miembros de Vampire Weekend, The Shins, Fleet Foxes y Dirty Projectors– además Anna, su esposa, cantó en algunas de esas canciones. “Es gracioso que mi disco solista lo haya grabado con tanta gente. Al final pones tu música en manos de otros músicos cuando sabes que son buenos y esperas que puedan hacer algo más de ella. Fue mi decisión llevarlos al estudio y lo hice porque creo que cuando se junta gente con grandes ideas siempre salen cosas buenas. A Morgan (Henderson) lo conocí en un tour que hicimos con Fleet Foxes. A Richard (Swift) de The Shins lo conozco hace mucho tiempo atrás y Paul (Maroon) estuvo conmigo en The Walkmen desde el comienzo”, explica de su decisión de tener casi una banda propia para su debut en solitario. “Algunas de las canciones tienen como una sensación de aislamiento, pero no son todas así, ‘Alexandra’ es una canción grande de grupo y eso es lo que lo me gusta de “Black Hours”, va en diferentes direcciones porque todavía no había encontrado un sonido propio y al final es una búsqueda sonora. Creo que el orden de las canciones en el disco representa muy bien el proceso por el que atravesé desde el comienzo, pasando por algunas vacilaciones en la mitad hasta como termina. Fue como un relato cronológico de esa búsqueda”, describe Leithauser este primer LP solista.
¿Tenías metas que cumplir con una carrera en solitario o era algo que realmente necesitabas hacer?
– Llegué a un punto donde necesitaba ser yo mismo, aparte de mi banda. Quería encontrar mi propio sonido y tocar por mi cuenta. Creo que me lo debía a mí mismo. Lo que me gusta de mi situación actual es que puedo trabajar con cualquier persona cuando yo quiera y moverme en mi propio horario. Trabajé con Rostam (Batmanglij, Vampire Weekend) que vivía en L.A y yo simplemente fui hasta allá. No tenía que organizar la agenda de cuatro personas más. Viajé y listo.
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Lejos de las responsabilidades que tenía cuando estaba con The Walkmen, Leithauser está disfrutando, por primera vez en mucho tiempo, la vida común y corriente que tiene. Está feliz de poder estar más tiempo en casa con su familia y de llevar una existencia que él mismo describe como ideal. “Tengo 37 años ya, tengo dos hijas pequeñas y una adorable esposa. Es un poco extraño cambiar de trabajos –porque así lo siento yo– pero es una nueva experiencia que estoy disfrutando mucho. Poder trabajar en mi música con horarios de oficina es algo que estoy saboreando al máximo”, dice de su cada más hogareña existencia.
¿Cómo es un día normal para ti ahora?
– Depende si es que estoy escribiendo música. Ahora mismo estoy haciendo eso. Todo este año he estado componiendo música. Y trato de hacerlo con horarios regulares. Así puedo trabajar en el día y estar en casa con mi familia en las tardes. Aunque viajo mucho dentro de Estados Unidos y eso a veces interfiere con mis planes familiares. Pero me esfuerzo al máximo por tener esa regularidad que me permita estar con mi familia lo más posible.
¿Extrañas estar en una banda en estos momentos?
– Mmm, no realmente. Estoy contento de como están las cosas en este punto de mi vida. Si lo piensas bien, tengo una banda. Sólo que es una diferente banda.
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Leithauser y Maroon, ex-guitarrista de The Walkmen, se conocen hace quince años y desde ese momento han estado intercambiando canciones o esquemas de canciones. Durante ese lapso de tiempo algunas de esas ideas se transforman en canciones para The Walkmen, otras quedaban guardadas y nunca vieron la luz. Siempre tuvieron una afinidad especial a nivel musical y eso se traducía en canciones simples, pero emotivas. “Paul y yo hicimos un tour por Inglaterra el otoño pasado y éramos sólo los dos, sin banda. Tocamos en bares y pequeños teatros. Era Paul con un instrumento y yo cantando, algo muy simple. Tocamos algunos covers y escribimos algunas canciones que normalmente la hubiéramos transformado en grandes canciones de rock o canciones para una banda, pero fue tan divertido de hacerlo de esa manera que dijimos: hagamos un álbum así. Un instrumento y una voz. Queríamos mantener las cosas simples. Hay algunas canciones que gritaban por ser más grandes musicalmente, pero en general es un disco tranquilo y que tiene una vibra genial. Estoy muy orgulloso de este álbum”, explica Leithauser sobre la formación de este dúo con Maroon que acaba de lanzar su primer disco de estudio llamado “Dear God”.
Querían hacer todo tan simple, que para adquirir este álbum, había que inscribirse en el sitio web de Leithauser y te lo mandaban por correo. Había una opción de comprar el disco en formato “de lujo” y esos eran entregados personalmente por él mismo o por Maroon dependiendo si los compradores vivían en Washington o Nueva York. “Las bromas que hacíamos cuando entregábamos los discos nosotros, las cobrábamos aparte”, dice riendo Leithauser.
“Este álbum lo grabamos en el living room de la casa de mis suegros en Washington, cuando ellos estaban de viaje y lo hicimos ahí porque tenían este hermoso y antiguo piano que hace mucho tiempo quería ocupar. Llevamos un 8-track y lo grabamos en sólo dos semanas. Hicimos un poco de post-producción en Nueva York y lo finalizamos. Tiene esta vibra solitaria y media nocturna que queríamos lograr. Queríamos que se sintiera tal como dos personas tocando en una salón por la noche”, describe Leithauser el que es su primer trabajo (oficial) con Maroon.
Con trece canciones en casi cuarenta minutos, “Dear God” se siente íntimo y casi confesional, con letras que hablan de muerte, cambios, religión, nuevas oportunidades y relaciones familiares quebradas. Leithauser tiene un título en filosofía y ha declarado en algunas oportunidades que no es un hombre religioso, a pesar de haber sido criado como cristiano episcopal. A sus hijos no les quiere imponer ninguna religión hasta que sean capaces de decidir por ellos mismos. ¿Por qué titularon este LP de esa manera? “Tengo dudas acerca de la religión que me han perseguido desde que estaba en la universidad. No estoy seguro en qué creo en estos momentos. Le pusimos así al álbum porque esa canción (‘Dear God’, la última de este disco) tiene una letra que puede ser interpretada de muchas formas. Como algo desesperado, como una especie de devoción a Dios e incluso como algo anti-religioso. Queríamos que tuviera una significado abierto para todos”, explica.
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Durante los próximos meses Leithauser terminará de grabar tres nuevos proyectos en los que está trabajando: un nuevo disco solista, otro álbum con Maroon y un LP junto a Batmanglij de Vampire Weekend. “Con Paul hemos estado grabando otro disco que será de rock and roll. Lo estamos grabando en Washington y ya tenemos varias canciones listas. Queremos terminarlas lo antes posible. Además estoy grabando algo muy diferente con Rostman (Batmanglij) que me tiene muy emocionado. Él me ayudó en dos canciones de “Black Hours” y ahora estamos grabando un disco completo. Lo tenemos casi listo. De hecho pensé que lo íbamos a terminar la semana pasada, pero no pudimos. Lo más probable es que lo tengamos listo en septiembre”, cuenta sobre sus nuevos proyectos.
¿Tienes planificado lanzar alguno de esos discos este año?
– Me gustaría mucho, pero al parecer no podremos. Estas cosas toman mucho tiempo y no quiero apurarme sólo porque estoy ansioso de que salgan pronto.
Para el final de la entrevista había que enfocarse en el elefante de la sala. Había que hablar de The Walkmen. “Estamos siempre en contacto. De hecho estuve con Pete la semana pasada y hace dos semanas vi a Walt. Al único que no he visto mucho es a Matt. Pero todos somos muy buenos amigos”, afirma cuando le pregunto si ha hablado con alguien de su ex-banda últimamente.
¿Tomarse un largo receso no significa que la banda este terminada, no?
– No, no tiene porque significar eso. The Walkmen no ha terminado. Nosotros nunca dijimos eso. La gente dice que hicimos un anuncio y nosotros nunca hicimos eso. Fue la gente de internet la que lo dijo. Todos escribieron algo que alguien más dijo. Pete mencionó en una entrevista que no íbamos a trabajar en un nuevo disco y eso fue todo. Esas fueron sus palabras, nosotros nunca hicimos un anuncio. Además esa decisión de no grabar un nuevo disco la habíamos tomado hace un año atrás. No era noticia para nosotros. Me hubiera gustado que Pete no hubiera dicho eso, porque la gente de internet amplifica todo.
¿O sea las puertas están abiertas para que The Walkmen se junte de nuevo?
– Sí, no veo por qué no podríamos reunirnos más adelante. Por supuesto que es una posibilidad.
Si no llegan a reunirse en el futuro, ¿estás contento de cómo terminaron las cosas con The Walkmen?
– Sí, de todas maneras. Tuvimos nuestros altos y bajos, pero terminamos en una nota muy alta. Creo que dejamos de hacer música cuando íbamos arriba de la ola y no abajo. Ese es un muy honorable y buen final creo.