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Dos décadas de excelencia: los 20 años del White Pony de Deftones

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Pensé en hacer algo más formal por el vigésimo aniversario del que es uno de los discos más importantes de mi vida. Llenarlo de datos técnicos, anécdotas y cuñas con los protagonistas, pero creo que una celebración como esta, debería ser un poco más personal.

Era el año 2000 y en medio de la vorágine del movimiento “nu-metal”, que encapsulaba a bandas como Korn, Limp Bizkit, Papa Roach, Linkin Park y bueno, hasta Kid Rock, Deftones parecía el hermano raro de ese movimiento. Si bien ‘Adrenaline’, editado en 1995, tenía parte del libreto de ese sub-género del metal, ya con su disco siguiente, ‘Around The Fur’ (1997), empezaron a despegarse de todo lo que tenía que ver con ese “rap-rock” que estaba de moda en MTV.

La espera por ‘White Pony’, el nuevo disco de los de Sacramento, incluyó un bizarro EPK—un teaser con tintes futuristas que parecía un cruce entre ‘Mad Max’ y ‘La Carretera’ de Cormac McCarthy—, que personalmente me dejó con más preguntas que respuestas, pero con un nivel de ansiedad supremo.  Seis canciones sonaban en ese pequeño corto y la primera de ellas era la canción que probablemente cambió todo para Deftones: ‘Change (In The House of Flies)’. Ese tema podría resumir lo que es la banda hasta el día de hoy. Ese balance perfecto entre agresividad y delicadeza. Luz y sombra. Vida y muerte.

Se acercaban los días para el 20 de junio y mi ansiedad leyendo los foros de Deftones se acrecentaba. Todos los días esperando por el buen samaritano que filtrara el disco. Un bendito link, eso es todo lo que necesitaba. Bueno, el link nunca llegó, pero un par de días antes alguien en los foros terminó con nuestra ansiedad: había subido todas las canciones del disco a la plataforma de intercambio de archivos, Soulseek. De cabeza fui a bajar las canciones.

Las descargas terminaron pasada la medianoche y al día siguiente tocaba ir al colegio, pero eso no importó mucho y lo escuché de madrugada como ese álbum parece haber sido concebido. Perdón por el cliché, pero me voló la cabeza. Hasta ese punto mi gusto musical sólo tenía un cambio: rápido y hacia adelante. Habiendo pasado mi infancia con bandas como Guns N’ Roses y Metallica, y luego probando la agresividad del “nu-metal”, eso que escuchaba tenía un lado delicado que caló hasta lo más profundo en mi sensibilidad sonora.

Cómo olvidar la primera vez que oí esa intro de batería de ‘Digital Bath’ o esa base sincopada de la futurista ‘RX Queen’, que es hasta el día de hoy, una de mis canciones favoritas de la banda. O los suaves acordes de ‘Teenager’ y esa línea de desamor que a todos nos debe haber llegado a lo más profundo en algún momento: I climbed your arms, then you pulled away. Hasta ese momento jamás hubiera pensado en una canción de Deftones sin un riff de guitarra, pero bueno, ahí estaba y era maravillosa.

Ese balance entre agresión y delicadeza seguía nutriendo al álbum en canciones como la psicótica ‘Knife Prty’ y los gritos de angustia de Rodleen Getsic, o en la progresiva ‘Passenger’, que contaba con la voz de Maynard James Keenan de Tool. Y si bien ‘Change (In The House of Flies)’ era la medallita de este LP y el sello del nuevo sonido de los californianos, fue uno de los tres temas “pesados” del álbum el que los hizo ganar su primer Grammy: ‘Elite’ y ese monstruoso riff, dejaron atrás a nominados como Pantera, Iron Maiden, Marilyn Manson y los favoritos de la casa, Slipknot, para llevarse el Grammy a mejor actuación de metal. En su disco menos agresivo, ganaron por una canción pesada. En fin, la ironía.

El disco cierra en su versión normal con ‘Pink Maggit’, un melancólico tema de construcción lenta y que se empina por sobre los siete minutos y que fue reconvertido más tarde, a petición del sello de la banda, en todo lo que Chino Moreno y compañía quería alejarse: un single de nu-metal llamado ‘Back To School’. “Fue un error. Fue lanzada porque fui un idiota. El sello dijo que habíamos perdido nuestra agresividad y que no había más singles en el álbum. Primero pensé en mandarles la idea por el culo, pero después dije ‘voy a demostrarles a estos idiotas cuán fácil es crear un sencillo exitoso'”, explicó Chino en una entrevista años después. ‘Back to School’, fue un single exitoso, pero si tuviera que elegir, me quedo todas las veces con ‘Pink Maggit’.

Como suele decir esa máxima ‘la mejor canción no era el single’, una de las versiones alternativas del disco (carátulas roja y negra que nunca pude conseguir en su momento) venía con un bonus track que es probablemente uno de los mejores temas de la banda: ‘The Boy’s Republic’. Es tan buena que perfectamente podría haber sido el single siguiente a ‘Digital Bath’ y a nadie le hubiera extrañado. Lamentablemente no está en Spotify, pero sí en Youtube.

Ese 20 de junio del 2000 con el disco escuchado unas veinte veces en dos días pude ver el show de lanzamiento para el ‘White Pony’ que fue transmitido en streaming (época cuando VTR funcionaba bien) y que vino a sellar todas las buenas y nuevas sensaciones que me dejó el nuevo sonido de la banda.

Ahora veinte años después de su lanzamiento, ‘White Pony’ sigue siendo el testamento artístico más importante en la carrera de Deftones y la prueba palpable que empujar los límites de la zona de confort siempre tendrá un recompensa. Un disco que incluso al día de hoy suena fresco e innovador. Un álbum que siempre estará ahí para ti, sea cual sea tu estado emocional. Porque eso tienen los grandes álbumes: se terminan de construir con los pedazos de tu propio corazón.

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