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HOZIER: DE LA MANO DEL BLUES

Por Hernán Carrasco C.

Estaba casi escrito que Andrew Hozier-Byrne iba a ser músico. Hijo de un padre que tocaba blues en su natal Irlanda, Hozier lleva la música en la sangre desde pequeño. En su casa sonaba de preferencia soul, blues y góspel. El pequeño Andrew rápidamente se empapó de esos estilos musicales y comenzó a coquetear con la guitarra a los 10 años de edad. A los 16 ya era parte de una banda. “Mis primeros recuerdos que tengo de niño son de mi papá tocando música y de tener siempre a músicos a mi alrededor. La música siempre fue parte de mi vida. Crecí con ella”, nos cuenta el cantante y compositor de 25 años. La infancia de Hozier transcurrió en Bray, localidad ubicada al sur de Dublin y una de las ciudades más grandes de Irlanda, aunque su hogar estaba más cerca de las montañas en un ambiente que él mismo describe como “campestre”.

Sus inicios formales con la música ocurrieron cuando asistía a la escuela, primero a través de su participación en el coro de ese centro educativo y luego en competencias de talentos donde Hozier tocaba canciones de sus héroes del blues. Mientras estudiaba para los ramos de la escuela, practicaba y grababa esquemas de canciones en el ático de sus padres. “Empecé a escribir al mismo tiempo que aprendí a tocar bien la guitarra. Las primeras canciones que compuse estaban limitadas a un sólo instrumento y pasó mucho tiempo antes que tocara en público lo que componía. Ni siquiera tocaba para mis amigos. Empecé a escribir canciones, a veces eran sólo letras, cuando tenía 15 años y no fue hasta los 19 años, cuando toqué por primera vez solo ante una audiencia”, nos cuenta sobre los comienzos de su carrera. La primera canción que escribió en su vida fue “Take Me To Church”. Hay personas que parecen estar destinadas al éxito. Aquella canción Hozier la compuso en piano, un instrumento que dominó casi al mismo tiempo que la guitarra.

Terminó la escuela y se inscribió en la universidad para estudiar música, pero la dejó al poco tiempo debido al interés de ejecutivos del sello Universal, que luego de escuchar precisamente el demo de “Take Me To Church”, decidieron hacerle un contrato discográfico. “Quería hacer lo que la gente que admiro hacía. Por eso me salí de la universidad y me dediqué 100% a la música”, reflexiona sobre su decisión de abandonar los estudios. En 2013, mediante Island Records, sello subsidiario de Universal, lanzó su primer EP y en octubre de ese año, “Take Me To Church” se convirtió en la canción más escuchada de iTunes Irlanda y en una de las más escuchadas en esa plataforma a nivel mundial. “Todo lo que ha pasado desde que lancé esa canción ha sido una locura. Nunca pensé que los sueños que tenía acerca de mi carrera iban a empezar a materializarse tan pronto”, reflexiona el cantante. Tener un hit de ese tamaño, es como ganarse la lotería para los músicos. Es algo que pasa una vez en la vida y que cambia todo para ellos. ¿De qué se trata esa canción? “Me gusta que las canciones tengan un significado subjetivo para el oyente. Aunque esta se trata de sexualidad y espiritualidad, pero también acerca de cómo la religión católica nos hace sentirnos culpables por tener sexo y nos trata de pecadores. Creo que eso es una parte natural del ser humano”, dice sobre esa canción que tiene blues, soul, algo de góspel y que se convirtió en la canción más escuchada en Spotify a nivel mundial el año pasado con más de 87 millones de reproducciones.

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EL RITMO Y EL BLUES

Sobre sus influencias musicales Hozier nos dice que se forjaron cuando él era pequeño. “Crecí escuchando blues. Y soul también. Aprendí guitarra a través del blues. Mi padre tenía estos discos de músicos de blues de Chicago y Texas que a mí me encantaban. Además escuchábamos mucho motown”, afirma. Artistas como Ella Fitzgerald, Nina Simone, Muddy Waters, John Lee Hooker, Howlin’ Wolf, Otis Redding y el gran Robert Johnson, han sido fuentes de inspiración constantes para Hozier. “Para mí lo importante de las canciones, aparte del ritmo, son las letras. Creo que son las letras las que distinguen a los grandes compositores. Siempre me han llamado la atención las letras de los artistas que admiro, porque sus letras te permiten transportarte a la época donde ellos vivieron”, dice refiriéndose a esas figuras del soul y el blues.

¿Cuál es el artista que más lo ha influenciado en su carrera? Hozier apunta sin vacilación que fue una mujer. “Creo que todo partió para mí con Nina Simone. Ella fue una de las primeras artistas femeninas a la que le hice un cover. Estaba obsesionada con ella desde pequeño. Recuerdo que escuchaba sus discos cada noche antes de ir a dormir. Ella Fitzgerald también es una gran inspiración para mí. La verdad es que las mejores voces en la música, para mí, son de mujeres”, reflexiona.

Cuando le preguntamos cómo compone sus canciones, afirma que “escribir canciones es siempre un proceso de repetición. Sacas ideas que ya tenías, agregas otras que no se te habían ocurrido en el momento. A veces es solamente dejarte llevar por lo que tocas. Tener el espacio y el tiempo para probar ideas y también tener la libertad para hacer lo que sientas correcto”.

CONQUISTANDO AMÉRICA

El 19 de septiembre del año pasado, Hozier lanzó su disco debut al que tituló simplemente “Hozier”. A la fecha –ese estupendo trabajo que despliega todas las influencias musicales del irlandés– ha vendido mundialmente más de un millón y medio de copias, en una época donde no se venden discos. Ha sido certificado seis veces platino en Irlanda, y disco de oro tanto en Estados Unidos y el Reino Unido, vendiendo más de 600 mil copias en los dos mercados más importantes del mundo. A eso le suma una nominación a los premios Grammy en la categoría “canción del año” por “Take Me To Church”. No ganó, pero se dio el lujo de compartir escenario con Annie Lennox. Además fue invitado al famoso programa Saturday Night Live, un hito importante para cualquier artista extranjero que quiera hacerse un nombre en Estados Unidos. Además ha sido parte de los más importantes festivales de Norteamérica como Coachella, Bonnaroo y Lollapalooza, consolidando un estatus que lo tiene alineando en las primeras posiciones de cada festival donde se presenta.

“Hay muchos lugares a los que deseo ir y aún no he podido. Sudamérica está entre ellos sin duda. Quiero llevar mi música lo más lejos posible. Me encanta viajar y tocar en lugares lejos de casa”, dice ante la pregunta si tiene contemplado una gira sudamericana en el futuro cercano. “Entre más lejos vayas a tocar y cuando escuchas que las personas cantan tus canciones, es donde se siente más maravilloso estar. Es un poco shockeante estar lejos de casa y que la gente conozca tu música. Es ahí donde me doy cuenta que lo que estoy haciendo es relevante para alguien más que mi mismo”, reflexiona riendo uno de los artistas jóvenes más relevantes de nuestra generación.

Con un tour mundial que se extenderá hasta marzo del próximo año, la visita de Hozier a Chile es prácticamente inminente. 2016 acá vamos.

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